Hoy recordamos el artículo publicado por el Diputado de UPyD en el Congreso español y quien fuera uno de los fundadores de Foro de Ermua y Basta Ya, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN.
Profesor de la UPV y colaborador habitual de ABC, Diario Vasco, El Correo… Entre 1976 y 1978, militó en Iraultza Taldeak, organización juvenil de la organización LKI-ETA (VI). Durante estos últimos años era conocido con el apodo de «Torrente» en los pasillos del Congreso español.
REFUGIO DE MEDIOCRES Y RICOS PESEBRES
Como refugio de mediocres, la mal llamada “normalización lingüística” tiene acaso la misma legitimidad que otras politicas de apoyo a personas en desventaja para competir en la existencia -todos tenemos derecho a pedir protección y lograrla en ciertos casos-, pero desde luego nada tiene que ver con la supuesta reparación pública de agraviso históricos e injusticias sociales que sus beneficiarios pretenden hacer creer.
La única política lingüística justa es precisamente la que reconoce la igualdad semiológica de todas las lenguas, la ineluctabilidad de su transformación histórica por obra de sus hablantes, y lo previsible de su desaparición o sustitución por otras lenguas. A partir de esa base, podemos hablar del derecho del acceso a la educación y a los bienes culturales de los usuarios de todas las lenguas existentes en su lengua materna, pero sin que ello implique nunca menos derechos para quienes no usan la lengua que se dice querer proteger. Aunque, por supuesto, no hay modo de impedir que grupos de iluminados promuevan, en su propio beneficio, ricos pesebres bajo denominaciones tan estruendosas como la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos, semejante a otras posibles Declaraciones Universales de los Derechos de la Perspectiva Cónica o de la Mitología Sumeria. Por derechos, que no quede”
(CARLOS MARTINEZ GORRIARÁN, “De la lengua propia a la propiedad lingüística”, Diario de Noticias, 5 de junio de 1997)