El Gobierno vasco ha aceptado como «mal menor» el cierre de Zumarraga y el mantenimiento de Sestao
Si no se invierte y mejoran las siderúrgicas, los sobrecostes aumentan y la contaminación, también
No es nueva. La crisis del acero y la siderurgia ya se llevó gran parte de la capacidad productiva y del empleo de Euskal Herria en las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado. Hoy se atraviesa una situación similar y en el centro del debate siempre es el mismo: sobreproducción y encarecimiento de los costes, pero hay una línea concluyente similar: no hay una inversión en la renovación y adaptación de la maquinaria para mirar a los nuevos tiempos que van llegado. Y, sobre todo, viendo esa cruda realidad, la respuesta a decisiones finales (cierres y despidos) es tardía, en muchas ocasiones.
En realidad, se demuestra que la avaricia empresarial está en el centro de este deterioro, porque abren y compran nuevos centros productivos, elevando la capacidad y la producción sabiendo del excedente que genera. Esa realidad hace que sean los trabajadores quienes sufran esas consecuencias. El nuevo ejemplo es Arcelor Mittal de Zumarraga. De hecho, el Gobierno vasco ha aceptado como «mal menor» el cierre de Zumarraga y el mantenimiento de Sestao, como lo expresó el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, en una en una emisora de radio, a pesar de supuesta planea que han puesto sobre la mesa.
En Bélgica, el club de los países industrializados más desarrollados (OCDE) se reúnen este lunes para tratar sobre la crisis del acero y el miércoles, lo hace el lobby europeo Eurofer. Dos jornadas que no parece que tendrán una incidencia sobre la decisión de Arcelor Mittal de dejar para chatarra la planta de Zumarraga con ocho trabajadores y prejubilaciones y traslados para el resto de plantilla a Asturias.
DUPLICADA LA PRODUCCIÓN EN QUINCE AÑOS.
En la información que acompaña la OCDE confirma dos hechos importantes, y que están en el centro del problema más allá del dumping, que también: que entre 2000 y 2015 la capacidad de producción de acero en el mundo se ha duplicado y las empresas no han dejado de crecer, por un lado, y, por otro, que en los siete primeros años de este siglo el exceso de producción anual se mantuvo en 200 millones de toneladas, pero tras la crisis económica que se inicia en 2008 el excedente llega a los 547 millones de toneladas, pero solo en 2015 ese exceso se situó en 700 millones.
Las consecuencias son claras, aunque no lo dice la OCDE, hay una pérdida estimada de unos 100.000 empleos en esta nueva reconversión, y como sí confirma esa organización internacional hay 11 centros productivos en la UE28 que se han cerrado o van a cerrar.
Nos lleva a la conclusión clara: ¿para qué se aumenta tanto la capacidad productiva si el excedente es elevado? Esa avaricia empresarial la pagan los trabajadores, que ven cómo se cierran las empresas o les trasladan a otros lugares después de tener sus vidas hechas en otros puntos, mientras los directivos ejecutivos de esas empresas siguen embolsándose enormes cantidades en salarios.
La OCDE confirma que «la capacidad de acería va en exceso y está creando dificultades significativas para los productores de acero en avanzadas, emergentes y en desarrollo de las economías por igual». Llega a la conclusión de que «la industria del acero debe ajustarse en respuesta a cambios fundamentales en la actividad económica», incluyendo «la aparición de nuevas técnicas de fabricación, el desarrollo de materiales nuevos y ligeros de la producción y mayor automatización y digitalización en muchos sectores. Mantener las emisiones globales de CO2 en los niveles actuales, o inferior, exigirá el desarrollo de la nueva acería tecnologías avanzadas. Si la industria del acero sigue invirtiendo en nuevos procesos y productos orientados a la creación de valor e innovación, requerirá reducciones significativas en el exceso de capacidad y un retorno a una rentabilidad sostenida».
INTERVENCIÓN PÚBLICA.
Admite, por otro lado, que mientras «la apertura y cierre de las plantas de acero generalmente se basa en las decisiones comerciales de las empresas involucradas, las intervenciones gubernamentales que apoyan la construcción de nueva capacidad o mantienen fábricas ineficientes en lugar están agravando el problema. Será una prioridad clave para los gobiernos a abstenerse de medidas que artificialmente apoyan capacidad de acería e introducen políticas que promueven la reestructuración de la industria eficiente y facilitan el cierre de capacidades poco rentables».
Para la OCDE, «el exceso de capacidad para producir acero bruto ha aumentado rápidamente desde la década de 2000. La mayor parte de la expansión de la capacidad se produjo en las economías emergentes, para apoyar la construcción y la actividad de fabricación y para ayudar a construir la infraestructura necesaria para el desarrollo económico de las economías». Pero han sido las multinacionales existentes las que han elevado esa sobreproducción, y son las mismas que cuando llega el periodo de vacas flacas lo que hacen es cerrar plantas o destruir empleo.
El informe, que estará desde este lunes encima de la mesa, confirma que hay una capacidad de producción de acero bruto nominal de 2.362 millones toneladas métricas (mmt) en 2015, un incremento del 126% en comparación con el nivel existente en el año 2000. A finales de 2015, 72% de la capacidad global se sitúa en las economías de la OCDE.
Por el contrario, la demanda mundial de acero «se contrajo agudamente en las secuelas de la crisis económica y financiera mundial de 2008, recuperando lentamente en los años subsecuentes antes de sumergir nuevamente en el año 2015». Sin embargo, la capacidad para la fabricación de acero crudo ha seguido aumentando a un ritmo constante.
En 2014, la demanda global de acero se situó en 1.663 mmt, un nivel que era unos 659 mmt por debajo de capacidad de acería en todo el mundo de 2 322 mmt. En 2015, la demanda se redujo en 1,7% (en términos de acero acabados) sobre niveles de 2014, según la Asociación Mundial de acero, mientras que la OCDE estima que capacidad de fabricación de acero aumentó un 41 mmt. La brecha de demanda de capacidad, por lo tanto, se espera que en 2015, a un nivel superior a 700 mmt.
NUEVAS INVERSIONES:
Nuevas inversiones en la industria de acero mantienen capacidad en un camino ascendente
«Mirando más allá de 2015, proyectos de inversión siguen aumentando en un número de economías, que apoyará a más crecimiento de capacidad a nivel mundial». Mientras que muchos de los proyectos de inversión se llevarán a cabo en Asia, algunos también están previstos para el Medio Oriente, la comunidad de Estados independientes (CEI), África, América Latina y la región de libre comercio de América del norte (TLCAN). «Se planean proyectos de inversión para impulsar la capacidad de fabricación de acero en muchas partes del mundo», precisa la OCDE.
Por lo que se pregunta, «¿Qué implican estas inversiones para el desarrollo de la capacidad futura? Se espera un aumento acumulativo de 47,3 mmt en capacidad global de acero crudo entre 2016-2018 a un nivel de 2.410 mmt en 2018. Asia reunirá el 63% (o 29,7 mmt) de este aumento, seguida de Oriente Medio (con un aumento de capacidad 10.2 mmt), Latinoamérica (mmt 4.3) y la Commonwealth de Estados independientes (1.6 mmt)».
Para absorber las nuevas capacidades en curso, sin embargo, el consumo global de acero tendría que aumentar por 103 millones de toneladas «equivalente a un incremento de 6,3% entre 2016-2018». Por lo que «mientras la demanda de acero diga estancada, esas inversiones de capacidad adicional contribuirán probablemente a agravar la situación de exceso de capacidad».
EXCESO Y DESPLAZAMIENTO.
Dada la naturaleza global de la industria, «el exceso de capacidad en algunas regiones puede desplazar la producción a otras regiones y crear quiebras y pérdidas de empleos localizados en partes de la industria». Esa es una de las claves, que las multinacionales abren y cierran plantas sin importar el futuro de los empleos. «Hoy en día, un número creciente de trabajadores y comunidades está sintiendo -dice OCDE- su impacto. En los últimos seis meses, la industria ha anunciado una serie de cierres temporales y permanentes, recortes en la producción y despidos de trabajadores del acero».
Muchos de estos anuncios se han producido en América del norte y Europa, pero están afectando a muchas otras regiones.
Por último, los productores del acero reunidos por la OCDE deberán responder a una serie de interrogantes, aunque al final serán los trabajadores los más perjudicados, como se está demostrando en la planta de Zumarraga, aunque le seguirán otras empresas del sector. Pasó en las dos ultimas décadas del siglo pasado y pasará en este momento porque los gobiernos no son capaces de frenar el juego que practican las multinacionales moviendo de un lado a otro la producción.
Juanjo Basterra
De donde se saca que sestao se mantiene por que estamos hartos de bulos y bulos y más bulos sobre todo de boca de l@s políticos
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