El ex alcalde jeltzale de Errigoiti será juzgado en las próximas semanas por cuatro delitos electorales. Este caso fue analizado por Igor Meltxor en su libro GESTIÓN A LA VASCA (págs40-42).
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A principios de 2012, un juzgado de Gernika imputó al alcalde de Errigoiti, Iñaki Madariaga (PNV), por un presunto delito electoral tras detectarse 32 empadronamientos «ilegales» en el censo local para las elecciones municipales y forales celebradas en mayo de 2011. Unos empadronamientos que ayudaron al PNV a lograr la mayoría absoluta en el municipìo vizcaíno.
La investigación conllevó sorpresas tales como que varias personas residentes en Galicia, aparecían empadronadas en Errigoiti, o que al menos otra quincena se decía que residían en viviendas inexistentes, medio destruidas o alquiladas a terceras personas.
Ante la imposibilidad de impugnar el proceso electoral, EH Bildu presentó en octubre una querella criminal contra Madariaga. «El entonces candidato a ser elegido trasladó a personas en su vehículo particular y, antes de entrar al colegio, les entregó votos. Hasta un ertzaina le recriminó la actuación», denunció entonces la abogada Jone Goirizelaia tras asegurar que estos hechos están «grabados». Además aseguró que está «constatado» que algunas personas empadronadas «han tenido que hacerlo para obtener un puesto de trabajo, conseguir la recalificación de un terreno y obtener permisos».
Debido a la ilegalización previa de la izquierda abertzale y a la incertidumbre hasta el ultimo momento sobre la concurrencia o no de Bildu a las elecciones de 2011, no fue posible acceder al censo por parte de la coalición, algo que ya sabía de antemano el alcalde.
Un alcalde, Iñaki Madariaga, que no sería la primera vez que se sentara en el banquillo de los acusados, ya que su «reinado» en Errigoiti ha estado plagado de irregularidades, soberbia e impunidad ante la ciudadanía. Oscurantismo y gestión de su propio cortijo a espaldas de los vecinos que no secundan su ideario. Tal y como denuncian algunos de los vecinos de Errigoiti, mientras a muchos ciudadanos del pueblo se les deniegan permisos reglados, a otros, cercanos al alcalde, se les otorgan rápidamente. «Hay personas amigos del alcalde, que piden un permiso para construir una chabola y acaban levantando una casa».
Condenado por atropellar a un vecino
En marzo de 2010, al paso de la marcha cicloturista Bilbao-Bilbao por el municipio de Errigoiti, algunas vecinas protestaban tras una pancarta en la que se leía «Meta humeante», y unas cajas de cartón que simulaban una chimenea, protestando contra la construcción de una planta de biomasa, otra polémica más. Al respecto llegaría a declarar que: «a algunos les importa más el apareamiento del visón que el progreso local».
En ese instante, apareció el alcalde con su vehículo advirtiendo que la iniciativa no estaba autorizada, atropellando a un vecino de 67 años, que según el atestado sufrió una embestida «leve».
Dos años más tarde, el alcalde del PNV fue condenado a 1 año de cárcel y 548 euros de multa por atropello. La víctima también sería sancionada con 150 euros de multa por golpear dos veces el vehículo del alcalde.
El juez consideró a Madariaga culpable de un delito de lesiones: «Debe concluirse la existencia de un «animus laedendi» -voluntad de dañar- en el acusado sin que quepa afirmar que actuó a título de mera imprudencia».
(Extracto del libro GESTIÓN A LA VASCA – págs 40-42 , Igor Meltxor).
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