(extracto del libro “HISTORIA DEL ABERTZALISMO VIRTUAL”, págs 130-131, Igor Meltxor)
(…) Corría el año 1989, y la “guerra sucia” contra el movimiento independentista vasco se encontraba en uno de los puntos de mayor efervescencia. Las amenazas y las agresiones estaban a la orden del día en las calles de Euskal Herria. La impunidad de los grupos para policiales y la sombra alargada del GAL, todo ello amparado por los aparatos del Estado español, crearon un clima de tensión e indefensión entre las gentes de la izquierda abertzale, que veía como el PNV no se involucraba de igual manera dependendiendo de donde viniera la violencia. Ante estos actos, de poco servía el Pacto de Ajuria Enea.
En medio de esta tensa situación, el 20 de noviembre llegaban a Madrid los recien elegidos diputados de HB al Congreso español (Itziar Aizpurua, Jon Idigoras, Iñaki Esnaola y Josu Muguruza), así como los tres senadores (Iñigo Iruin, José Luis Elkoro y Txillardegi), con el fin de recoger sus acreditaciones de parlamentarios. Acudieron junto a los periodistas del diario clausurado Egin, Ramón Uranga, Xabier Oleaga (director del diario en aquel momento) y Teresa Toda.
Tras aquel día de tanto ajetreo y después de haber ofrecido una rueda de prensa explicando las pretensiones de la coalición abertzale en relación a su presencia puntual en las Cortes españolas, la expedición vasca se fue a cenar al restaurante madrileño Hotel Alcalá. En mitad de la cena, dos encapuchados armados con sendas pistolas, acaban con la vida de Josu Muguruza, hiriendo de gravedad al abogado Iñaki Esnaola, ante la atónita mirada de los presentes. La muerte del politico abertzale era la consecuencia de una encarnizada campaña de los medios de comunicación en contra de la izquierda independentista y de declaraciones hirientes de distintos dirigentes politicos, entre ellos, miembros del PNV con su lehendakari a la cabeza.
La muerte de Muguruza supuso una convulsión social en las calles de Euskal Herria, y sobre todo, fue un duro golpe para el conjunto de la izquierda independentista vasca, que desde el más profundo dolor llamó a la ciudadania a secundar una huelga general para el día 22de noviembre en repulsa por el atentado contra un miembro electo. Los firmantes del Pacto de Ajuria Enea, con el PNV al frente, emitió un comunicado conjunto, donde pedían a la población que no secundara de ninguna manera el paro, esgrimiendo el cínico argumento de que, “aumentaría la crispación”. El propio Ardanza, había anunciado en principio su presencia en el homenaje multitudinario tributado al fallecido, aunque finalmente no apareció aquel día por las calles de Bilbo. Otra cosa hhubiese sido si el muerto perteneciera a otro partido politico, de haber sido así se hubieran puesto al frente de las manifestaciones, dándose codazos para aparecer los primeros en las portadas de los periódicos.
La desfachatez y falta de sensibilidad del PNV nunca ha tenido límites, y prueba de ello fue que solo unos días después de la muerte de Muguruza, la Mesa del Parlamento de Gasteiz, aprobó la reforma del reglamento, mediante la cualk se impedía acceder a la condición de parlamentario empleando la fórmula “por imperativo legal”, propuesta por la izquierda abertzale. El PNV “vendía” sus votos al PSOE, con el fin de arrinconar aun más al independentismo.
(extracto del libro “HISTORIA DEL ABERTZALISMO VIRTUAL”, págs 130-131, Igor Meltxor)
Eta ondino hauekin joan nahi dugu, NORA?? ZERTARA??
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