IRITZIA: «Pisando Barro»
«La hipocresía de Urkullu: los números no dan»
Interpelado hace unos días en el Parlamento de Gasteiz, el lehendakari Iñigo
Urkullu echó balones fuera sobre las pensiones. Dijo que son algo mas de
15.000 personas las que reciben un complemento a través de la Renta de
Garantía de Ingresos (RGI), porque sus ingresos son muy bajos y, a la vez,
demandó la transferencia de la gestión de la Seguridad Social y, hasta que
ésta no se produzca, pidió al Gobierno español que garantice un sistema
público de pensiones "suficiente y sostenible, basado en el derecho a unas
pensiones dignas.
Pues bien, sr. Urkullu en la CAV hay 224.117 pensionistas que reciben por
debajo del umbral de la pobreza, es decir son pobres. Y, sin embargo,
traslada balones fuera al Gobierno español, que lleva décadas sin transferir
la Seguridad Social. Esta y otras transferencias están bloqueadas. Y, sin
embargo, Urkullu, con el apoyo del PSE, no asume la responsabilidad de
equiparar las pensiones a los 1.080 euros, como le piden los pensionistas,
para garantizar una vida digna, tras toda una vida cotizando a la Seguridad
Social.
Incluso, el alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, también quiere que los
pensionistas no se manifiesten los lunes ante el Ayuntamiento, sino que
vayan a la subdelegación del Gobierno español en la plaza Eliptika. Todos
ellos se quieren quitar de encima a los pensionistas, que protestan por la
pérdida amplia de poder adquisitivo.
Se trata de esta campaña iniciada por el PNV de echar balones fuera ante el
fracaso del Estatuto de Gernika, pero eso ya se lo dijo ELA hace veinte años,
cuando proclamó precisamente en la villa vizcaina que el "Estatuto había
muerto.
Incluso, el vicepresidente de derechos sociales navarro, Miguel Laparra, ha
salido públicamente sacando pecho, diciendo que a las pensiones más bajas
se les complementa con un incremento del IPC. Es positiva esa medida, pero
el incremento de la inflación sobre pensiones escasas no deja de ser una
cantidad ridícula. Porque en Nafarroa, 71.115 pensionistas cuentan con
ingresos por debajo del umbral de la pobreza.
A Urkullu no le importa lo que ocurre con esos pensionistas, porque él en dos
meses cobra más que los pensionistas en todo el año. Así es, el lehendakari
percibe en torno a 100.000 euros al año, más de 7.000 euros al mes. Así de
claro. No está lejos de ese sueldo el alcalde de Bilbo y el consejero navarro
percibe en torno a los 65.000 euros, y en tres meses cobra mas que una
parte importante de los pensionistas navarros, porque un 53% percibe por
debajo del umbral de la pobreza y en el ámbito de la CAV son el 41%.
Juanjo Basterra