El AMIANTO mata a 255.000 personas cada año en el mundo

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EL AMIANTO MATA A 255.000
PERSONAS CADA AÑO EN EL MUNDO,
SEGÚN LOS ÚLTIMOS DATOS
Cinco expertos internacionales, entre los que
está el exdirector Agencia Europea para la Seguridad y
la Salud en el Trabajo, Jukka Takala, confirma la
catástrofe epidemiológica mundial del mineral
cancerígeno

Un trabajo revisado sobre “El desastre mundial del amianto” firmado
por los expertos Sugio Furuya, Odgerel Chimed-Ochir, Ken Takahashi,
Annette David y Jukka Takala en el International Journal of
Environmental Research and Public Health hace unas semanas
confirma lo peor: las muertes por enfermedades relacionadas con el
amianto están aumentando y, todavía, se desconoce su impacto real
debido a la ocultación de los datos. Concluyen que este drama se
extenderá todavía durante 50 años y todos los estudios concluyen que
está aumentando la mortalidad de personas que estuvieron en contacto
con las fibras del mineral cancerígeno. Los cinco expertos determinan
que al año son 255.000 personas las que pierden la vida por el mineral
cancerígeno; de ellas, 243.000 muertes son por exposiciones sufridas
en el puesto de trabajo, el resto por el amianto en el ambiente y entre
familiares de los afectados.
Los expertos resaltan que “el amianto se ha utilizado durante miles de años,
pero solo desde hace 100-150 años a una escala industrial”. La primera
enfermedad identificada fue la asbestosis, “un tipo de neumoconiosis
incurable causada por polvo de amianto y fibras”. A pesar de la evidencia de
la fuerte carcinogenicidad de todos los tipos de amianto, “sigue siendo
ampliamente utilizados a nivel mundial”, se lamentan.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) han calculado las muertes por culpa del amianto están
entre 107.000 y 112.000 muertes, al año. Sin embargo, las nuevas
estimaciones actuales son mucho más elevadas: 255.000 muertes al año, es
decir casi se multiplican por 2,5 veces.

“Se examinaron los números estimados globales de incidencia y mortalidad
de las enfermedades relacionadas con el amianto. El asbesto causa 255.000
muertes de media (entre 243.223-260.000) anualmente de acuerdo con los
últimos conocimientos, de las cuales las exposiciones relacionadas con el
trabajo son responsables de 233.000 muertes (222.322-242.802)”, indican
los cinco expertos.
Falta de prevención, igual a muerte
En la Unión Europea, Estados Unidos y en otros países desarrollados los
costos directos de la enfermedad provocada por la falta de prevención
adecuada ante las fibras de amianto, por jubilación anticipada y muerte,
incluyendo las pérdidas de producción, se ha estimado en un 0,7% del PIB
en los países de Europa Occidental y la Unión Europea, es decir 114.000
millones de dólares; aunque “los costos intangibles podrían ser mucho
mayores, según la metodología de la Comisión Europea, que ascenderían
a410.000 millones de dólares, de los que 340.000 millones tendrían que ver
directamente de coste de pérdidas relacionadas con el trabajo, mientras que
el sufrimiento y la pérdida de la vida son imposibles de cuantificar”.
Los números y los costos están aumentando prácticamente en todos los
países y regiones del mundo. “El amianto ha sido prohibido en 55 países,
pero se utiliza ampliamente hoy en día; 2.030.000 toneladas se consumen
anualmente, según los últimos datos disponibles”, indican. Añaden que “cada
20 toneladas de amianto, que se produce y consume, mata a una persona en
algún lugar del mundo”. Manifiestan que para el horror y drama que producen
“no es caro, porque 1 kg de polvo de amianto, por ejemplo, en Asia, cuesta
0,38 dólares estadounidenses, y 20 toneladas costaría en este tipo de
mercado al por menor 7.600 dólares estadounidenses”.
Sugio Furuya, Odgerel Chimed-Ochir, Ken Takahashi, Annette David y Jukka
Takala insisten en que “los actuales esfuerzos para eliminar este problema
por el hombre, para evitar la propagación de la catástrofe epidemiológica y
prevención de exposiciones que conducen a ella, son insuficientes en la
mayoría de países en el mundo. La aplicación de programas y políticas como
la eliminación de todo tipo de uso del amianto, la prohibición del nuevo uso
del amianto y el control y la gestión de las estructuras existentes que
contienen amianto, necesitan de una revisión y recursos para lograrlo”.
Explican que “el Programa Internacional Conjunto entre la Organización
Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud para la
eliminación de las enfermedades relacionadas con el amianto necesita ser
revitalizado. Los límites de exposición no protegen adecuadamente contra el
cáncer, pero para la retirada de amianto y el trabajo de eliminación
exposición equivalente, proponemos un valor límite de 1.000 fibras por metro
cúbico”

No hemos aprendido nada. Ni las autoridades laborales ni sanitarias, por un
lado, ni los empresarios, mucho menos, actuaron realmente en la protección
y prevención de la salud entre las personas trabajadoras, sus familias y
quienes han estado y están en focos cercanos al mineral cancerígeno. Es
más, muchas empresas hoy en día niegan la evidencia para intentar no
pagar una indemnización por el daño causado, muchas veces la pérdida
exagerada de la calidad de vida y otras muchas la muerte anticipada. Los
cinco expertos se refieren en este caso a que el primer suplemento sobre la
“Ocupación y Salud. Una Enciclopedia de Higiene, Patología y Bienestar
Social” de la Oficina Internacional del Trabajo, OIT” contenía un capítulo
sobre Asbestos. “Fue la primera vez que un documento de la OIT se refirió al
cáncer en relación con el amianto en la identificación de los criterios de
actuación en los lugares de trabajo relacionadas con el mineral cancerígeno.
La magnitud del problema “se revela gradualmente cuando las propiedades
cancerígenas de todo tipo de fibras de asbesto fueron identificados de
manera convincente. Tardó 40 años para iniciar una acción internacional. El
Convenio sobre el asbesto OIT No. 162 fue adoptado en 1986”, aunque esa
organización no consideró los efectos adversos como la asbestosis y
mesotelioma “hasta hace poco, este milenio, cuando la magnitud del cáncer
de pulmón, cáncer de ovario y muertes laringe han llegado a ser más
conocidos con precisión”.
Todo amianto es cancerígeno
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), clasifica y confirma que todos los
tipos de asbesto/amianto causan cáncer y, posiblemente, otros cánceres y
enfermedades. Otros tipos de cáncer se pueden confirmar como el amianto
inducida en el futuro. En la resolución de la OIT de 2006 incide en que “la
eliminación del uso futuro del asbesto, su identificación y la gestión adecuada
del asbesto instalado actualmente constituyen el medio más eficaz para
proteger a los trabajadores de la exposición al amianto”, remarcan los
expertos.
El asbesto es el cancerígeno que más enfermedades causa entre
trabajadores y “afecta indirectamente a los familiares de los trabajadores del
asbesto, y el entorno en el que están presentes en el amianto y productos
relacionados”.
El cáncer de pulmón representa el 54-75% de todos los cánceres
ocupacionales. Los estudios epidemiológicos indican que las exposiciones
ocupacionales causan 5,3 al 8,4% de todos los cánceres. Entre los hombres
sube entre 17-29% de todas las muertes por cáncer de pulmón, de acuerdo
con las mejores estimaciones. Pero se calcula que las enfermedades

relacionadas con el amianto son responsables de entre el 55% y 85% de las
muertes.
“Es prácticamente imposible encontrar un lugar poblado sin fibras de amianto
en el aire a nivel mundial”, se lamentan los cinco expertos en el estudio. Ellos
insiste. Que cada año se estiman entre 30.208 a 38.388 muertes por
mesotelioma, cifras basados en el empleo en el sector industrial y el
consumo de amianto.
El consumo global máximo anual de asbesto en todo el mundo en 1980 fue
4.728.619 toneladas métricas, lo que llevaría a 255.ooo muertes de media en
2016 . Hacen una aproximación de que el amianto está matando a una
persona 37 años más tarde por cada 20 toneladas del mineral cancerígeno
consumido.
Todos los estudios, por otra parte, conducen a que las muertes por
mesotelioma están aumentando constantemente. “El pico de consumo de
amianto en 1980 provoca una muerte a través del uso y consumo de poco
menos de 20 toneladas. El aumento de casos de cáncer en mesotelioma
significaría que se espera que el número de todas las muertes causadas por
el asbesto aumenten en el futuro”.
Costes económicos
“La OIT y la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo han
estimado los costos de la mala salud y la seguridad en el trabajo. La
estimación global general fue igual a 3,94% del Producto Interno Bruto (PIB)
mundial, igualando 2,966,000 millones de dólares. El asbesto es probable
que sea el más importante factor de riesgo en el trabajo individual y en
consecuencia, el componente más importante en este tipo de pérdidas
económicas”, apuntan los expertos Sugio Furuya, Odgerel Chimed-Ochir,
Ken Takahashi, Annette David y Jukka Takala.
En la UE se estima que el amianto que causa pérdidas de productividad en
alrededor de 0,70% del PIB, que asciende a 114.900 millones de dólares.
Estados Unidos tiene pérdidas de productividad relacionadas con el amianto
de aproximadamente el 0,36% del PIB, o 86.100 millones de dólares por las
pérdidas causadas por el amianto, indican en el estudio. “Todo región de la
OMS “países de renta alta” juntos tuvo una pérdida estimada de 0,48% del
PIB causada por riesgo de amianto, mientras que la tasa y las pérdidas
globales son significativamente más bajas debido al menor uso del amianto
hasta ahora“.
Admiten, por otro lado, que “si se siguen los cálculos de los costos de cáncer
profesional de la Comisión Europea, que suman de 104.000 muertes (costes
de discapacidad no incluidos) en la EU28 multiplicado por la vida estadística

virtual se traduciría en 416.000 millones de dólares el coste del cáncer en el
trabajo; de ellos, 340.000 millones por cáncer laboral en la UE28. Los
expertos confirman que el cancer laboral en la UE mata a 85.419 personas,
“bastantes más que las primeras estimaciones oficiales”.
“Los números y los costos están aumentando prácticamente en todos los
países y regiones del mundo. El amianto ha sido prohibido en 55 países,
pero se utiliza ampliamente hoy en día: 2.030.000 toneladas consumidas
anualmente según los últimos datos de consumo disponibles. Cada 20
toneladas de amianto se produce y consume mata a una persona en algún
lugar del mundo. La compra de 1 kg de amianto en formato de polvo, por
ejemplo, en Asia, cuesta 0,38 dólares y 20 toneladas costaría 7.600 dólares.
El consumo actual de amianto y la exposición hará que los resultados
negativos de 30-50 años más tarde”, destacan y lamentan los cinco expertos.
Redefinir los límites
Para ellos, los límites actuales “no son lo suficientemente protectores,
millones de trabajadores (125 millones, según datos oficiales) todavía están
expuestos en países que hace años prohibieron el amianto”. Sugio Furuya,
Odgerel Chimed-Ochir, Ken Takahashi, Annette David y Jukka Takala
Explican que el límite de uso general de 0,1 fibras/cm3 significa 100.000
fibras de asbesto en un metro cúbico m3. “Los pulmones humanos inhalan
fácilmente 100.000 fibras de amianto en una hora. Un límite apropiado en el
trabajo sería 1.000 fibras/m3. El valor propuesto es un límite de exposición
simplificada y se basa en el Comité de Expertos holandesaque sugirió tres
valores para las exposiciones de trabajo: 2.000 fibras para crisotilo, 1.300 de
fibras mixtas, y 420 fibras/m3 para fibras anfíboles y ligeramente menor para
la exposición no ocupacional”.
Admiten que “los actuales esfuerzos para eliminar este problema por el
hombre y la exposición conducen a la presente catástrofe epidemiológica y
han sido insuficientes en la mayoría de países en el mundo. La aplicación de
programas y políticas para la eliminación de todo tipo de uso y el control y la
gestión de las estructuras existentes que contienen amianto necesitan de un
fortalecimiento”. Por lo que entienden que se deben revisar “las actuales
políticas y prácticas. El Programa Conjunto de OIT-OMS para la eliminación
de las enfermedades relacionadas con el amianto necesita ser revitalizado.
Los límites de exposición no protegen adecuadamente contra el cáncer, pero
para la retirada de amianto y el trabajo de eliminación exposición equivalente
se propone un valor límite de 1.000 fibras/m3”, concluyen los expertos ante el
incremento de la incidencia negativa del amianto en la vida de las personas.

Juanjo Basterra

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