El PNV y la Arcadia vasca

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El PNV y la Arcadia vasca

(Prólogo del libro GESTIÓN A LA VASCA (II). EL OASIS VASCO)

Hace ya un par de años que tuve el privilegio de conocer a mi hoy amigo Igor Meltxor. En aquella época yo andaba lidiando con temas de corrupción en el Parlamento de Gasteiz, y comenzamos a compartir información sobre los muy variados tejemanejes del PNV. Recuerdo que el día que nos conocimos realizamos un análisis de la realidad social en relación al PNV y de cómo la sociedad había asimilado un «relato» en el que este partido hacía tiempo que había dejado de ser un partido político para convertirse en toda una Institución del País.

Antes de comenzar a hablar sobre la corrupción en Vascongadas creo que debemos situarnos, ustedes y yo, ante una base compartida que es la que sustenta el relato que a posteriori realizaré, y esta no es otra que la de recordar la historia más reciente del PNV y su quehacer en relación a las estructuras de poder heredadas del franquismo. Decía Arnaldo Otegi, muy acertadamente en una de sus primeras intervenciones en libertad, que el problema que tenía el estado español venía de que las élites franquistas mantuvieron el poder tras la supuesta transición y que eso es lo que ha posibilitado un estado corrupto en el que la impunidad campa a sus anchas. Y comparto totalmente esa reflexión, e incluso creo que sirve para explicar el papel del PNV en toda esta película y su manera de gestionar las instituciones públicas. El PNV ayudó de manera muy activa a consolidar el «Régimen del 78» en Vascongadas sirviendo como muleta de Madrid. Este Régimen que, como decíamos, consolidó las estructuras heredadas del periodo dictatorial y que blanqueó el rostro, de muchos ilustres cuneteros y estómagos agradecidos del franquismo, ayuda a entender el modelo de corrupción sistémica que padece el estado español y del que no nos salvamos aquí. De ese pacto entre «caballeros», que supuso la transición, se crea un modelo político caciquil, absolutamente vil y clientelar que aspiró a arruinar las legítimas pretensiones de la clase obrera vasca de construir un Estado libre y democrático. Pero tengamos una cosa clara, esas estructuras han sobrevivido hasta hoy y son las que permiten la corrupción política al norte y al sur del Ebro.

Durante décadas este País se ha venido convirtiendo, a través del control de las principales instituciones públicas, en un feudo hecho a imagen y semejanza de lo que ellos creen que es su legítimo y único «señor»: el PNV. Durante décadas, el PNV ha desarrollado un entramado institucional, empresarial y social a su medida, perfectamente imbricado en las cañerías del propio Partido, mediante el cual, ha venido saqueando sistemáticamente a este pueblo para engordar sus insaciables estómagos, creando con ello una élite político-empresarial ligada al propio Partido a través de lazos familiares y sociales. Una clase social de dirigentes del País.

¿Cúales son los pilares fundamentales sobre los que se sustenta este modelo? Son varias las piedras sobre las que se asienta el actual modelo político fariseo en el que se ha convertido la política vasca. Por un lado, merecen destacarse las décadas de criminalización de la IA como opción política. También es digno de mención el compadreo absoluto con los medios de comunicación del «establishment» español, además de la creación de un sistema clientelar en el que los intereses y aspiraciones políticas y económicas se entremezclan. Tampoco se pueden quedar en el tintero las magníficas relaciones con los dos históricos grandes partidos españoles, permitíendoles a ambos meter el cazo y enriquecerse de las arcas vascas. Otro de esos pilares ha sido la creación y consolidación de una nueva élite política, económica y social que emerge de los jóvenes de EGI de la época de Urkullu, Aitor Esteban, Imaz y compañía. Pero el pilar fundamental, y el único que les ha venido salvando la papeleta,(y menos mal),ha sido el compromiso de muchas personas honradas que con su trabajo diario en el ámbito público sustentan la administración pública vasca, evitando en gran medida que esto se convirtiese en el modelo español.

Estos son los pilares externos que sustentan el expolio y la cultura hegemónica actual. Ahora hay que analizar cuáles son los contrafuertes que sustentan el expolio dentro del sistema político creado tras décadas en el Gobierno. Y aquí destaca todo el entramado de leyes de contratación de la administración pública, los reglamentos, pliegos y todas aquellas trabas, triquiñuelas y laberintos burocráticos que hacen imposible distinguir el nivel de pudredumbre, corrupción y clientelismo que embadurnan los cimientos de la contratación pública (hablando claro:, donde está el dinero contante y sonante).

Tal y como brillantemente se explicará en este libro que usted tiene la oportunidad de leer, el nivel de corrupción está tan arraigado que es casi imposible distinguir dónde empieza y dónde acaba el interés público y el interés privado, y a quién defienden realmente unos y otros, ya que a veces, como en el caso del TAV, ambos van claramente de la mano en defensa de una sola de las partes. Lo que sí queda  claro es que nunca se defiende el interés general. Para explicar esto, me gusta poner un ejemplo que creo que es muy gráfico. Cuando los políticos de turno tenían que vender a la opinión pública el coche eléctrico Hiriko, que terminaría en un gran fiasco, llegaron a decirnos con gran alborozo que solo en Gasteiz crearía 800 puestos de trabajo. Al final todo quedó en 17 millones de dinero público desaparecidos y los promotores imputados… ¿Qué pasó con los 800 puestos de trabajo? ¿Alguien asumió alguna responsabilidad política ante tal estafa? Las respuestas ya las conocen ustedes.

Durante mi tiempo como parlamentario con EH BILDU me aficioné a investigar en Internet la composición de los consejos de administración de algunas de las empresas que trabajan de manera continua con el Gobierno vasco y con las Diputaciones. Investigaba los casos de corrupción que iban apareciendo, para lo cual era muy importante conocer los nombres de aquellas personas que aparecían en dichos consejos. Esta afición sobrevenida hizo que acabase recabando información sobre empresas y personas que en aquel momento me resultó muy útil para dar sentido y conocer la manera en la que trabaja esta red de intereses público-privada.

Lo más enervante de todo esto era ver cómo «empresarios», o familiares de los mismos, diversificaban su participación en consejos de administración de empresas vinculadas a sectores que iban desde la publicidad a medios de comunicación, desde empresas de energía a consultorías de diversos pelajes, etc. con empresas ubicadas tanto en nuestro País como en el que empieza más allá del Ebro. Y es que  las fronteras nunca han sido un problema para el PNV, sobre todo cuando de negocios y chanchullos se refiere. Hay que ser conscientes de que el PNV ha sido un partido bisagra en el contexto español. Gracias a las negociaciones en Madrid con PP y PSOE, el PNV ha logrado financiación para muchos de los proyectos que hoy se encuentran bajo claras y evidentes sospechas de corrupción. Casos como el de la lonja de Pasaia, Txakolindegi de Bakio, Hiriko o Epsilon son ejemplos de dichas negociaciones y “logros”.,El PNV no negociaba autogobierno. El PNV y su agenda «vasca» negociaban el pelotazo de sus amigos. Y esto es algo que nadie puede poner en duda si nos remitimos a los hechos.

Ustedes se preguntarán:, si las cosas son así, tal y como aquí se exponen, y la corruptela es tan evidente, ¿cómo puede ser tan diferente la percepción social hacia el PNV y hacia la corrupción en el Estado español?

La corrupción del PNV no tiene que ver tanto con los sobres sino con el clientelismo político. Me gustaría saber cuántos cargos públicos o familiares directos de los cargos públicos del PNV tienen empresas que consiguen contratación directa con las Instituciones Públicas vascas. Y eso es legal. Ese es el modelo de corrupción PNV. La corrupción legal. El clientelismo que puede ser políticamente incorrecto pero es absolutamente legal. Ni un solo juez puede condenar esas actividades, así que siempre se irán libres. Y no solo eso, nos pasarán por los morros que la justicia les da la razón. Sus leyes no condenan su corrupción. Solo faltaría.

Debemos darnos cuenta que el PNV no es un partido al uso, no representa directamente una ideología. Es pura política líquida. Saben desde hace décadas que la política institucional les sirve para mantener un País hecho a su medida. Al igual que el hampa tiene claro que los negocios están por encima de la política, el PNV mantiene un modelo social paternalista que suaviza las críticas sociales, y mientras tanto construye un pensamiento hegemónico en el que nos han hecho creer que la vida en Vascongadas es como ese anuncio de cerveza en el que todo es felicidad, una nueva arcadia, el famoso oasis vasco…

Recientemente le recordaban al PNV en Madrid que su partido era, junto con la monarquía española, uno de los dos estamentos que no estaban cuestionados. Yo diría que son muchos más los estamentos no cuestionados, incluso por el mismo portavoz que realizaba el recordatorio, como las fuerzas armadas, la guardia civil, la iglesia… Pero nos sirve como ejemplo perfecto para visualizar de lo que estamos hablando, ya que en el fondo,ambas instituciones, la monarquía y el PNV, supieron «no meterse en política» y dedicarse a «sus» cosas sin meter los morros en los asuntos de otros. Así, la monarquía franquista se consolidó como parásito de lujo del  estado, y el PNV se convirtió en el dueño y señor de los «intereses» vascos. Pero recuerde, estimado lector:, con su dinero se paga la vidorra de unos y de otros.

Esta es la cruel realidad. Por ello parece claro que, para intentar crear una alternativa política para este País en su conjunto, debemos superar los límites de la política de salón creada por el PNV. Mientras no pongamos en cuestión el famoso «modelo PNV» y asumamos que necesitamos desinfectar la política de sus áreas de poder clientelar, nunca encontraremos en ese PNV un aliado nacional, sino que seguirá siendo el  enemigo de un pueblo que aspira a crear un país digno. Es imposible aspirar a un cambio de poder en Vascongadas sin cuestionarse el actual modelo de relaciones entre lo público y lo privado. Ámbito en el que el PNV se mueve cual tiburón blanco en aguas tropicales. Y esa es la clave. La estructura actual funciona en beneficio de una élite extractora que vive muy bien en el ecosistema de un estado corrupto como es el español.

Nadie en su sano juicio puede negar que el Poder, el que se escribe con mayúsculas, se encuentra escondido entre los pasillos de Sabin Etxea, de Eusko Jaurlaritza, de las diferentes diputaciones y de Confebask. En esos mismos pasillos pesebrean todos aquellos empresarios, vividores y parásitos sociales que han desarrollado carreras profesionales de gran éxito gracias a contar permanentemente con el apoyo y sustento públicos; y todo a cambio de crear una élite social vinculada  al PNV y a las diferentes familias influyentes del mismo. El enemigo de este pueblo, y sobre todo el mayor enemigo de clase que tenemos, no es otro que aquel que ha configurado un sistema en el que se reparten las migajas a través de sus políticas sociales, siempre edulcoradas de caridad cristiana, empobreciendo permanentemente a la clase trabajadora vasca al mismo tiempo que se pertrechan pelotazos a diestro y siniestro para los amiguetes del partido.

Hoy es el día en el que la gente, el pueblo,; la ciudadanía,; la clase obrera, las y los curritos, las y los nadie o como quiera que nos llamemos las y los desposeídos de siempre, nos indignamos porque una persona sin recursos viva en aquello que se define como «la subcultura de la pobreza», y nos decimos unos y otras «los vascos siempre hemos sido gente emprendedora, nos hemos buscado la vida y somos muy trabajadores». Nos indigna más que una persona «engañe» a la administración pública en lo que ayudas sociales se refiere, que el hecho deque existan élites extractoras de dinero público, que año a año,sacan de las arcas públicas millones de euros. Y perdóneme usted estimado o estimada lectora, pero en esto no vale la manida frase «ni una cosa ni la otra». En esto hay que posicionarse, y tristemente parece que el pueblo opta por castigar y criminalizar la pobreza. Este y no otro es el gran logro de esta gente que nos gobierna:, han construido una sociedad en la que se criminaliza al pobre y se tolera al corrupto. Toca despertarse y darse cuenta de a quién tenemos enfrente y cuál es su estrategia para perpetuarse en el poder y permitir que el dinero siga saliendo a raudales de las arcas públicas para engordar los bolsillos de sus amigos.

Y aquí lo dejo.,Esta es mi pequeña aportación a lo que verdaderamente es un libro muy interesante que desvela esos tejemanejes de esta élite extractora autóctona que tenemos. En nuestras manos está el acabar con la impunidad con la que operan en nuestros ayuntamientos, diputaciones y gobiernos. En nuestras manos está el acabar con décadas de saqueo impune. En nuestras manos está limpiar y ventilar las instituciones públicas para ponerlas al servicio de los intereses de las clases populares. En nuestras manos está que este libro no se quede en una estantería, sino que recorra miles de hogares y nos ayude a crear ese país digno que todas y todos queremos.

Igor, ha sido un verdadero placer poder poner mi granito de arena en esa labor. Eskerrik asko!

Igor López de Munain

(Prólogo del libro: GESTIÓN A LA VASCA (II). EL OASIS VASCO, escrito por Igor Meltxor. Ed.Pepe Rei Elkartea 2016)

Reservas: elperiodistacanalla@gmail.com

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