Un pelotazo de goma lanzado por efectivos de la Ertzantza a escasa distancia hirió en el estómago a Rosa Zarra Marín el 22 de Junio de 1995. Rosa moriría 8 días después a consecuencia de la heridas sufridas. Cuando el consejero de interior, Juan María Atutxa, afirmó con la autopsia de Rosa Zarra Marín