«El milagro de CNA GROUP FAGOR»: destrozar el futuro de muchas personas y quedarse con la marca durante 30 años

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Fagor Electrodomésticos tuvo 1.800 empleos, pero en la actualidad la sucesora CNA GROUP FAGOR no sobrepasa los 350 trabajadores.

CNA Group ha puesto en la cuerda floja a Fagor. No creía en su futuro conjunto. Y las consecuencias van a ser, de nuevo, dramáticas, a no ser que haya un cambio de rumbo.

El grupo catalán llegó con todos los apoyos del Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa. De hecho, el diputado general Markel Olano tuvo la osadía de decir que había obrado el «milagro» cuando visitó, un año después de quedarse con Fagor Electrodomésticos, la empresa CNA Group Fagor (Cata), junto a la consejera del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, que también destacó su capacidad.

Pero, ¿capacidad de quė? CNA Group ha actuado, bajo el manto protector del Gobierno Vasco y la Diputación de Markel Olano, igual que hacen otros «tiburones empresariales»: se quedan con la empresa, a bajo coste (poco más de 42 millones) y, sin embargo, logran lo mas valioso: la marca Fagor  durante 30 años, forjada durante años en el mercado de electrodomésticos, hasta que a los herederos del cooperativismo vasco les entró las ansias de grandeza y las compras bajo talonario sin pensar en el futuro y, desde luego, abandonando la prudencia, seña de identidad del cooperativismo vasco. Gobierno Vasco y diputaciones, por desgracia, no tienen un plan industrial de futuro, sino que dejan hacer a las empresas, que priman sus propios intereses, no el de los trabajadores o el futuro de Euskal Herria.

CNA Group (Cata) no creía desde el principio en esta empresa. La planta de Basauri, Edesa, no entraba en sus planes, como lo reconoció el director general de Cata Corporación, Francisco Martín en persona minutos antes de una entrevista en ETB en el programa ‘El Dilema’, a cargo de Juan Carlos Etxeberria. Hubo que recordarle que en el plan de viabilidad aparecía la planta con 60 trabajadores.Tuvo que ser rescatado por la responsable del prensa del grupo.

Ahora la empresa se encuentra a un paso de su desaparición por una gestión pésima: acumula una deuda de 70 millones y en 2016 tuvo unas pérdidas de 38 millones, según sus propios datos.

Cuando a finales de julio 2014 el Juzgado de Lo Mercantil de Donostia se decide la venta de Fagor Electrodomésticos a CNA Group (Cata) por 42,5 millones, se ratifica el plan de viabilidad de la empresa que determina una plantilla de 850 trabajadores en cuatro años. Sin embargo, en tres años de actividad cuenta con 350 trabajadores, y quiere deshacerse de la empresa, pero no de la marca FAGOR. Y explicaba que en el tercer año deberían llegar a una facturación de 220 millones. Otro objetivo incumplido. Está claro vino a por la marca, como ocurre en muchas operaciones similares.

FECHAS QUE MARCAN EL PRESENTE:

Julio 2014: Auto mercantil de Donostia que se decanta por CNA Group, que ofrece 38,5 millones; más otros 4 millones que pagó por hacerse con la cartera de créditos de la antigua cooperativa de Corporación Mondragon.

CNA tiene un aplazamiento de pago de esa compra en cuatro plazos anuales con un pago inicial de 20.000.000 euros.

Justifica el Mercantil la decisión porque «la oferta de CNA es mas amplia; incluye la reactivación de la actividad en todas las unidades productivas que se contemplaban en el plan de liquidación, en todas las plantas donde desarrollaba su actividad FED y EDESA antes del concurso: las líneas de fabricación Cooking (cocción), Washing (lavadoras), Diswashing (lavavajillas), cooling (frio), minidomesticos y confort, en este ultimo caso, se incluye tanto la actividad fabril de la planta de EDESA en Basauri, como acuerdo de intenciones para la adquisición del 50% de GEYSER-GASTECH,S.A., compañía en Joint-venture con VAILLANT, GMBH; tambien se incluye la marca EDESA con posibilidad de ceder la licencia de uso en condiciones de mercado para la fabricación de calentadores y calderas para el mercado nacional».

Y, además, la oferta de CNA contiene un compromiso de empleo acumulado de hasta 850 trabajadores en 4 años.

30 AÑOS DE MARCA. CNA group anuncia, tras decisión juzgado, que iniciará la actividad comercial en Fagor Electrodomésticos en septiembre, con la voluntad de poner en marcha la producción industrial en octubre.

El administrador de CNA Corporación, Jorge Parladé, y el director general de Cata Corporación, Francisco Martín, se mostraron «satisfechos» con el resultado de la operación.

En cuanto a los niveles retributivos de los empleados, señalaron que «en todos los casos, todas las personas que entren a trabajar serán iguales o más altos» a los que había con Fagor y ha precisado que «no habrá antigüedades» y se aplicará el convenio del Metal de Gipuzkoa con el IPC actualizado.

Y reconocieron que existe un acuerdo con Fagor Sociedad Cooperativa para poder explotar la marca Fagor por un periodo de 30 años, «siempre vinculado al mantenimiento de un nivel de empleo que hemos establecido como umbral mínimo».

Además, Parladé dijo que es posible «entrar en rentabilidad en el primer año» y destacó que en su plan de negocio se prevé llegar a un nivel de facturación en el tercer ejercicio que supere los 220 millones de euros, «similar al que tenía Fagor en 2012».

GRUPO Y PLANES. CNA Group es una empresa fabricante referente en el mundo de los electrodomésticos a nivel mundial que engloba como marcas más conocidas Cata, Nodor y Apelson. La oferta presentada incluye todas las divisiones del negocio Fagor Electrodomésticos -Cocción, lavado, lavavajillas y frío en línea blanca, menaje y pequeño electrodomésticos en minidomésticos, y calderas, calentadores de agua eléctricos y a gas en confort en las plantas de Gargarza, San Andrés, Eskoriatza, Basauri y Bergara.

«El plan industrial se divide en tres fases. En la primera se debe reacondicionar la maquinaria, instalaciones y equipo humano para reiniciar la actividad productiva en los próximos meses. La segunda fase consiste en producir todos los modelos seleccionados y posicionarlos a «un nivel razonable que permita su continuidad de suministro en el mercado nacional e internacional». Ambas fases se quieren llevar a cabo en los primeros meses de actividad.

Por último, la tercera fase consiste en el desarrollo por parte de la ingeniería de Fagor, del desarrollo de nuevos productos y nuevos diseños para su posterior fabricación y distribución a nivel español y mundial.

Desde del punto de vista comercial, CNA Group cree que la adquisición de Fagor, Edesa, Aspes y Splendid es «complementaria» a sus marcas Cata, Nodor y Apelson, puesto que todas ellas poseen «un posicionamiento lógico y natural en el mercado».

OCTUBRE 2014. ADQUISICIÓN DE ACTIVOS. No fue hasta finales de octubre 2014 la adquisición de activos. La empresa catalana Cata, perteneciente a CNA Group, firmó en una notaría de Barcelona la adquisición de los activos productivos de Fagor Electrodoméstico, con la presencia de las entidades financieras implicadas en la operación: Caixabank, Bankia, Banco Popular, Banco Sabadell y Banco Santander.

Una vez oficializada la compra de la concursada Fagor Electrodomésticas por Cata, cuya firma se retasó, se anunció el inicio «de forma inmediata» de la «actividad comercial e industrial de la nueva empresa». A finales de octubre, había contratado a 155 trabajadores, casi todos exsocios cooperativistas y antiguos empleados de Fagor Electrodomésticos.

NOVIEMBRE 2015: «EL MILAGRO», según SAN MARKEL OLANO. Tras un año de «actividad», Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento Arrasate fueron anfitriones de CNA Group para conmemorar el evento. El director general de Fagor CAN Group, Francisco Martín, avanzó la oportunidad del primer año de funcionamiento de la «nueva Fagor». La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantza Tapia, el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y la alcaldesa de Arrasate, María Ubarretxena, visitaron la planta, acompañados del director industrial de Fagor CAN Group, Josu Isasi.

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Francisco Martín Avanzó que Fagor CNA Group prevía cerrar 2015 «con un umbral de cien millones de euros» de facturación y alcanzar el próximo ejercicio «los 160 millones», aproximadamente, aunque lo de los números no es el fuerte de estos directivos. En relación a la plantilla, dijo que sumaban 450 trabajadores entre las plantas de Arrasate, Geyser en Bergara y Edesa en Basauri, y se contemplaba una ampliación de plantilla «gradual» de «en torno a las 80 personas» durante 2016. No llegó.

Por su parte, la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, agradeció a Francisco Martin y a Jorge Palardé, presidente de Fagor CAN Group, que «creyeran» en este proyecto industrial. Además, dijo que desde el Ejecutivo Vasco serían «exigentes» en que se cumplieran las previsiones y, añadió, que «se están cumpliendo». Después ha tenido que tragarse sus propias palabras al conocer la realidad empresarial, que cuestiona su futuro.

Markel Olano señaló en el primer aniversario de Fagor CNA Group que se asiste a «un milagro» después de dos años del proceso de entrada en concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos y de una crisis que se ha llevado por delante «muchos proyectos industriales», causando una «desindustrialización» del territorio histórico que «poco a poco se está revertiendo».

Febrero 2017: INVERSIONES EN CHINA…Y MEJORAS EN EDESA INDUSTRIAL, QUE ES COMO SE DENOMINA AHORA LA NUEVA FAGOR. Otra fecha reciente importante es febrero de 2017. Como explicaron en febrero: CNA Group (Fagor) ultima acuerdos para abrir tres fábricas en Asia, Oriente Medio y África y anunció que el grupo prevé casi triplicar la facturación de Fagor y aumentar la plantilla en más de 200 empleados en cinco años.

El fabricante catalán de electrodomésticos CNA Group, que en octubre de 2014 adquirió los activos de Fagor, anunció un plan de crecimiento que incluye la apertura de tres fábricas en Asia, Oriente Medio y Norte de África de la mano de sociedades mixtas con socios locales, con el objetivo de abaratar costes y poder competir con los grandes fabricantes chinos y turcos de electrodomésticos.

En un encuentro con medios de comunicación, el presidente de la compañía, Jorge Parladé, explicó que antes de finales de este año 2017 se empezará a producir en una de estas fábricas, aunque no ha descartado que pueda ser en las tres.

Parladé afirmó que el objetivo a corto plazo para la nueva Fagor -denominada Edesa Industrial- es «recuperar y reforzar el posicionamiento líder en el mercado español que Fagor ostentaba antes del proceso concursal y recuperar la segunda posición -por detrás de Bosch- e incluso luchar por la primera». Actualmente, Edesa Industrial cuenta con 477 empleados (según explicó) y la empresa estima superar los 700 trabajadores en los próximos cinco años, así como llegar a una facturación de 350 millones de euros, lo que supone casi triplicar los 126,5 millones registrados en 2016 -un 36% más que el año anterior-.

Esto supondría acercarse a las cifras de negocio del momento del concurso de acreedores, alrededor de 400 millones de euros, aunque muy lejos del máximo que había facturado Fagor, cercano a los mil millones.

Actualmente, Edesa Industrial supone el 40% de la facturación del Grupo CNA, que ha cerrado el ejercicio 2016 con 318 millones de euros -y un ebitda de 10 millones-, con un crecimiento medio del 52% en los dos últimos años tras la adquisición de los activos de Fagor, por los que el grupo catalán abonó 42 millones.

Parladé explicó que si el plan de crecimiento de Edesa Industrial se desarrolla como está previsto, se procederá a una fusión por absorción en 2019 y la compañía prevé salir a bolsa en 2019 en Asia, algo que ya se planteó CNA hace dos años y que quedó en suspenso por la compra de Fagor.

PRODUCCIÓN EN ESTADO ESPAÑOL. Respecto a los activos de Fagor adquiridos en el proceso de concurso de acreedores, Parladé ha señalado que la intención es reducir costes centralizando toda o prácticamente toda la producción de País Vasco en la sede de Arrasate.

Fundada en 1947 en Torelló (Barcelona), CNA Group cuenta con una plantilla de más de 2.500 trabajadores y distribuye sus productos en 89 países; tiene siete plantas de producción: cuatro en Estado español (tres en País Vasco y una en Torelló) y tres en China.

El grupo basa su negocio en tres áreas de actividad: electrodomésticos (frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos, placas, campanas, microondas y cocinas), confort (calderas, termos eléctricos y calentadores de gas) y minidomésticos (ollas a presión, menaje y pequeños electrodomésticos

21.07.2017 PLAN DE RECORTES (VIABILIDAD PARA CNA GROUP). Si en febrero los máximos ejecutivos tiraban la casa por la ventana, en julio Fagor-CNA Group presentó a los trabajadores su plan de viabilidad, y planteó cerrar la planta de Garagartza, situada en Arrasate y centro de la actividad del grupo, y reducir la plantilla actual, de 350 trabajadores, a entre 130 y 160 operarios entre otras medidas, con el objetivo, tal como afirman los responsables, de garantizar un futuro para la empresa.

Reconoce que las pérdidas acumuladas durante 2016 se contabilizan en 38 millones de euros y que la deuda bancaria es superior a 51 millones de euros, lo que hace inviable la empresa. Así, «la planta de Garagartza alberga unas líneas de trabajo con una contribución negativa que no permite la viabilidad de su actividad fabril, en concreto las plantas de fabricación de cocción y de lavado».

La planta de Arrasate alberga también otra actividad, la producción de termos y calentadores que desarrolla Geyser Gastech (desplazada desde Bergara a Arrasate). En este caso, el grupo plantea trasladar la fabricación a la planta vizcaina de Basauri, asegurando su continuidad después de que hace año y medio se planteara su cierre.

Tanto Basauri como la factoría que Edesa Industrial tiene en Eskoriatza mantendrían su actividad, aunque según Fagor-CNA Group, para alcanzar la eficiencia necesaria y acercarse a la rentabilidad positiva, ambas fábricas necesitarían ajustar la estructura central, de la que se salvaría la actividad comercial.

Todas estas medidas acarrearían una reducción de la plantilla actual a una que oscilaría entre los 130 profesionales y los 160, en función de los recursos que se destinen a actividades de I+D+i. Aunque, según Fagor-CNA Group, «un impulso a la innovación garantizaría la modernización y optimización de la producción para ser competitivos».

REESTRUCTURACIÓN DE LA DEUDA. Fagor-CNA Group se muestra dispuesta a asumir las pérdidas del negocio y toda la deuda, que, en su conjunto, cifra en 70 millones de euros. Estas medidas, a las que añade llegar a un acuerdo de pago de la deuda con los acreedores y los proveedores y la continuidad en el suministro de material para la fabricación de las plantas de Eskoriatza y Basauri, representarían el punto de partida desde el que obtener financiación no bancaria para reactivar las líneas de negocio rentables.

En este sentido, el grupo apunta como vías para conseguir esta financiación la venta de inmovilizado y la intervención de las administraciones públicas y los inversores privados. Edesa Industrial aseguró que existen inversores dispuestos a reactivar la producción de la firma, soportando la tesorería negativa y las inversiones para la reorientación del negocio que, según los cálculos realizados por el grupo industrial, ascienden a unos 12 millones de euros, aproximadamente. También avanzó que ha contactado con otros inversores industriales que han mostrado su disponibilidad para contribuir a reducir las necesidades financieras en la actividad comercial. Sin embargo, condicionó la actuación de unos y otros a que se apruebe el plan de viabilidad.

SETIEMBRE 2017: «SEGUIREMOS LUCHANDO». Los trabajadores y el comité rechazaron las medidas. Así tras el verano, emitieron un comunicado en el que confirman que «seguiremos luchando por la transparencia, la información y el futuro industrial, junto con la comercialización».

Explicaron que «La asamblea de trabajadores y trabajadoras de CNA Fagor creemos que ha llegado el momento de poner las cartas encima de la mesa y hacer público el enorme chantaje al que estamos siendo sometidos y sometidas. La dirección de CNA nos ha presentado un proyecto cuyo objetivo estratégico es comercializar con productos fabricados fuera. El problema es que quieren hacer uso de la marca FAGOR, y para ello necesitan que la dueña de la marca Fagor S. Coop renegocie el acuerdo que tienen, aceptando que se dé empleo a menos personas. Y como ellos solos no lo han conseguido,esperan involucrarnos a nosotros. Dicen en la prensa que, o aceptamos su plan o no hay ningún plan, para inmediatamente, sí o sí, presentar un ERE de extinción para la totalidad de la plantilla, independientemente de nuestra posición. Es decir, optar entre muerte o muerte».

Añaden que «Luego, dicen que quitarían del ERE a 160 dependiendo cómo vayan las conversaciones posteriores. Hemos aceptado que se vuelquen en la comercialización, pero a cambio de que presenten un proyecto de fabricación complementario, y como respuesta ni siquiera se han dignado a presentar un plan industrial en el que se puedan fabricar los productos de mayor valor añadido que se pueden producir aquí, hornos y placas. Porque ¿cuál es el proyecto al que quieren que demos el sí? Pues al que quieran ellos, lo desconocemos totalmente».

Ante eso, la plantilla indicó que «Creemos que ya tienen un acuerdo con una gran multinacional del sector para poder comercializar sus productos, pero no nos dan ninguna información al respecto. Lo que quieren es que aceptemos a ciegas el excedente de 167 compañeros y compañeras, para luego ya veremos qué es lo que quieren hacer. Es un cheque en blanco para garantizar 167 salidas, y formalizar asimismo el fin de la apuesta por fabricar aquí. Es el cheque en blanco que les permita pegar un pelotazo comercializando con la marca Fagor haciendo desaparecer progresivamente la fabricación. Si alguien duda de las verdaderas intenciones de la dirección no hay más que ver su apuesta por los jóvenes: plantean que todas las personas mayores de 50 años se queden trabajando».

«No sabemos cuál es la multinacional, qué volumen de ventas va a suponer ni la gama de productos que va a suministrarnos. Nos lo esconden a sabiendas de que es el momento de chantajearnos y amenazarnos con el cierre y los despidos. No sabemos la estructura societaria que plantean, si se plantean dos sociedades, ¿cuál va a ser la relación entre ellas? ¿Qué garantías habrá para que una no descapitalice la otra?», dijeron.

Pero lo que sí entienden es que «Sabemos que han tomado la decisión política de no fabricar en Garagartza, pero no sabemos dónde quieren fabricar, o mejor dicho, realizar el montaje. Y decimos política, porque ante la pregunta de si el dueño del inmueble permite renegociar las condiciones de alquiler, ellos contestan que la Compañía ha decidido salir de Garagartza, pues si no, la multinacional no entra. Tampoco sabemos qué productos nos va a suministrar, por ejemplo».

Ante esa situación los trabajadores dijeron que «nos gustaría conocer la posición nítida del Gobierno Vasco y de la poseedora de la marca, Fagor S.Coop. ¿Este proyecto tiene posibilidades de ser apoyado? ¿Cuál es su opinión al respecto? Sabemos que quieren paz social, y nosotras y nosotros también. Pero eso pasa por transparencia, información y apuesta por un futuro industrial junto a la comercialización. Seguiremos peleando para que así sea».

Sin embargo, el pasado 8 de setiembre, los trabajadores volvieron a explicar que «aunque la plantilla haya rechazado el ultimátum,
la dirección de Cata Fagor dice que seguirá negociando. En la reunión mantenida hoy les hemos trasladado la decisión de la asamblea de rechazar él ultimátum de la empresa, al considerar que no se trataba de un proyecto industrial. En ese sentido, hemos trasladado que la fabricación en Garagarza es lo único que garantiza que pueda haber un proyecto de fabricación sostenible en el tiempo. Además, les hemos confirmado que, por las gestiones realizadas por nosotros y nosotras, es posible la adecuación del inmueble a las necesidades productiva».

Inciden en que «La dirección ha respondido que seguirá negociando y trabajando el posible futuro del proyecto. Además, la dirección nos ha comunicado que el lunes (11 setiembre) presentará un ERE de extinción para toda la plantilla de Edesa Industrial y Geyser, tal como nos había adelantado. Queremos aclarar que la presentación del ERE de extinción de la plantilla era un paso que iba a hacer la dirección. independientemente del apoyo o no de la plantilla al proyecto.Por lo tanto, seguiremos luchando por un proyecto sostenible que genere empleo».

La realidad es que CNA Group sabe que no puede echar a toda la plantilla, porque perdería la explotación de la marca Fagor, que es lo único que le está proporcionando ventas y lo que puede agarrarse. Pero, es cierto, que se podría quedar con ese mínimo, a un paso de la desaparición.

Juanjo Basterra

 

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