El comité de empresa realizó una propuesta concreta para recuperar la actividad y el empleo en la ACB de Sestao. Entre las medidas, a la vista de los oídos sordos de Arcelor Mittal, se incluía que el Gobierno Vasco expropiase la empresa por fuerza mayor y ante la posibilidad de deslocalización. ‘En caso desacuerdo final -dice comité- el Gobierno Vasco declare de interés estratégico y social para hacerse cargo de la gestión de las empresas afectadas por deslocalización siendo sometidas por el propietario actual y hasta que sea asignada a otros gestores o inversores’.
Sin embargo, el Gobierno de Urkullu ha hecho también oídos sordos a esta petición, que podría haber impuesto una cierta presión a la multinacional siderúrgica.
Entre otras medidas, además, el comité pedía garantizar una producción mensual 70.000 u 80.000 toneladas de acero de alto valor Añadido (45%) y llegar al 100% de alta calidad para el año 2020.
Reclamaban también ahorro de costes energía y rendimiento chatarra, como los propios trabajadores habían aportado, para abaratar el coste de las coladas. Sin embargo, la dirección de Arcelor Mittal decidió que no ponía en marcha ese plan realista, pero el Gobierno Vasco tampoco presionó a la multinacional, que lo único que está buscando es lograr un apoyo económico de 12 millones, justificados por inversión en I+D, que los delegados sindicales critican por su escasa rentabilidad.